«Nadie que quiera expresarse con toda el alma deja de sentir el esfuerzo vano y el resultado pobre.» Leído en el texto «Robinsón en Chile» (así, con acento en la última o), que forma parte de Un día menos, de Bernardo Kordon, 1966.
Llegué a Kordon por casualidad. Me enteré primero de su muerte, en 2002, por medio de un suplemento literario. Supe que tenía que leerlo. Poco después, hace tres o cuatro años, en una feria del libro me choqué con una mesa de la editorial Corregidor que tenía una pila de ejemplares de sus Cuentos completos editados en 1978, a sólo 8 pesos. Ya no pude parar. No es fácil conseguir su obra. Incluso, hace no mucho le pregunté a un estudiante de letras qué le parecía: jamás lo había oído nombrar, no le enseñan eso en la facultad, me dijo. Con la intención de que cada vez sean menos los que no lo conozcan, aquí un cuento suyo que me encontré en la red.
Sólo un oscuro periodista 
Ese mismo cuento, «Los ojos de Celina», a mi sí me lo dieron para leer en la facultad (Periodismo, UCA) después hicimos un trabajo, y después me olvidé de Kordon, gracias por recordármelo, espero encontrar alguna edición a ese precio para poder seguir leyéndolo. Saludos.
Gracias por acercarlo, Clark, no lo conocía y despierta ganas de más…
El relato me resultó inquietante, perturbador. Quizás sea la atmósfera de presagio q lo sobrevuela desde el principio… muy bueno.
Yo había leído Kordon hace mucho y me había olvidado. Ahora hace poco compré «Los que se fueron a $ 5.00» y la verdad muy buenos cuentos sobre todo uno llamado «Descansar en paz»
Esta historia fue recreada en Mujeres asesinas en el 2005 creo, el papel de la madre lo hizo Cristina Banegas y el de Celina Belén Blanco, pero allí había también un padre y Celina era violada por él, el resto, incluida la forma de matarla, era igual. Lo recuerdo porque me impresionó mucho, la maldad que fluía del personaje de la madre y la escena en la cuál Celina corría detrás del carro no me dejaban dormir esa noche.
nunca pude mirar un solo unitario de «Mujeres asesinas», las promo solitas me trastocaban demasiado (¿habrá sido negación -¿o preservación?- de mis instintos asesinos? je… siempre me lo pregunté)…
creía q en «Mujeres…» se contaban historias basadas en hechos reales.
También yo hasta que leí el cuento esta tarde. Al final del capítulo se informaba sobre la pena que había recibido cada uno incluso.
Che Clark, estás vivo? no posteas desde el 27/02!